Los chips más potentes de NVIDIA tienen prohibida la entrada a China. Acaban de llegar 2.300 gracias a una empresa de Indonesia

En medio de una dura guerra comercial, las restricciones de exportación de Estados Unidos buscan impedir que la tecnología de inteligencia artificial más avanzada, como los chips Blackwell de NVIDIA, llegue a China. Sin embargo, una investigación de The Wall Street Journal ha rastreado una operación que ha permitido a una empresa china hacerse con 2.300 de estas codiciadas GPU, utilizando a una empresa de telecomunicaciones de Indonesia como intermediaria.

La operación, valorada en 100 millones de dólares, involucra a múltiples actores. El fabricante de servidores de IA Aivres, con sede en Silicon Valley, compró inicialmente los 32 bastidores de servidores NVIDIA GB200 (que contienen los 2.300 chips) al fabricante. Posteriormente, Aivres vendió este hardware a Indosat Ooredoo Hutchison, una compañía de telecomunicaciones indonesia.

Según la investigación, Indosat realizó la compra tras haberse asegurado un cliente final para esos servidores: la startup de IA INF Tech, con sede en Shanghái. Los servidores fueron entregados e instalados en China el pasado mes de octubre. El propósito de este hardware es el entrenamiento de modelos de IA para aplicaciones financieras e investigación científica.

Después de todo, esta es una operación que se ajusta a la legalidad

Aunque la transacción parece eludir el espíritu de las sanciones, los abogados consultados por el WSJ señalan que el acuerdo se ajusta a las restricciones de exportación actuales de Estados Unidos. El problema de fondo es que la administración Trump decidió no aplicar una regla de la era Biden que habría permitido al gobierno estadounidense examinar a los clientes finales de los chips, no solo al exportador inicial.

Esta decisión ha dejado la responsabilidad de la diligencia debida directamente en manos de las propias empresas. Thea Kindler, ex subsecretaria de comercio de EEUU, señaló al medio que esa regla habría dado a EEUU la oportunidad de examinar a los compradores.

Un detalle relevante de la operación es la conexión de Aivres, el vendedor estadounidense. La empresa matriz de Aivres es propiedad en un tercio de Inspur, una compañía china que fue añadida a la lista negra comercial de Estados Unidos en 2023 por sus vínculos con proyectos de supercomputación militar del ejército chino. Aivres no respondió a las peticiones de comentarios del WSJ.

Un portavoz de Nvidia declaró que su equipo de cumplimiento evalúa a sus socios antes de que reciban sus productos. Por su parte, INF Tech aseguró que no realiza investigaciones militares y que cumple con los controles de exportación de EEUU. Finalmente, el director ejecutivo de Indosat, Vikram Sinha, afirmó que "cualquier cliente que esté fuera de Indonesia pasa por la misma regulación, ya sea una empresa estadounidense o una empresa china".

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